miércoles, 29 de octubre de 2008

Crónica desde España

Capítulo 1. EL VIAJE.


Aunque no he viajado mucho en mi vida, creo que lo que la gente dice respecto de la línea Aérea Air France es cierto. La verdad es que el viaje estuvo muy bien, Me tocó la ventana en una fila de tres asientos en clase turista, al lado mío no había gente y en el pasillo estaba una señora llamada Lorena. EL viaje lo puedo dividir en tres grandes episodios, Alimentación, Ocio y Stress

Alimentación:

Bastante bien, me gustó mucho lo que pedí, pero debo confesar que si comiese eso todos los días terminaría más mórbido aun, la primera comida fue Carne, papas y porotos verdes, eso acompañado por una ensalada de tomate con lechuga, queso Camembert, pan, mantequilla, jugo, agua, un rico vinito y un postre que también estuvo bien, además me dieron un snicker, café y cogñac de bajativo.

La segunda comida fue un picoteo con jugos y sándwich que uno se autoservía al final del avión, los sándwiches eran de queso con jamón y los jugos de los más variados sabores (no tomar jugo de tomate, es como mermelada salada, muy malo)

La Tercera comida fue el desayuno, ahí me dieron un mix de queso con jamòn, frutas picadas, jugo (esta vez no había vino), pan, mantequilla, mermelada y algo así como un pequeño pastel.

Finalmente en el vuelo de París a Madrid, me dieron unos tallarines muy ricos con una salsa agridulce y Salmón, de postre un kuchen de Mazapàn y por supuesto un vinito para el ánimo.

Ocio:

Básicamente el tiempo que no lo pasé comiendo en el avión, lo pasé haciendo dos cosas, en primer lugar conversando, primero con la Señora Lorena, de quien aprendí que esto de dar pasajes con escala en otros países por parte de la beca, puede ser también una estrategia para ayudar a evitarnos las molestias de entrada a España. También aprendí aspectos relacionados con la defensa nacional y con la administración del país y de las empresas. Entre París y Madrid, conversé con una Nicaragüense que no hablaba mucho, más bien se quejaba del salmón en la pasta y de las turbulencias del avión, de ella aprendí que no basta venir de un país cálido, para ser realmente cálido.

El resto de mi tiempo de ocio lo invertí viendo películas, las que fueron muchas y solo entre Chile y Madrid, ya que en el vuelo París Madrid, no nos pasaron ni monitos animados. Como tenía una tele para mi solito en mi puesto (que además me permitía jugar juegos tipo atari y ver series, documentales de tv, noticias y monitos), me traté de ver la mayor cantidad de películas, las que en realidad eran malas, ¿pero que se le va a hacer?, si eso de que calidad no es cantidad, es una gran verdad. La cosa es que me vi: El super agente 86, Dave (una de Eddie Murphy), Hancock ( la mejor pero ya la había visto en el cine) y otra inglesa en que trabaja el protagonista de la película esa del niño que baila ballet.

El resto del tiempo ocioso lo invertí en dormir (unas 4 horas entre los dos vuelos) y en leer a Saramago, con su ensayo sobre la ceguera (como para relajarse jaja).

STREEEES:

El avión de Airfrance llegó al terminal 2e a las 11 a París, yo tenía que estar a las 11:55 en el terminal 2f, estaba tranquilo por que claro, de la E a la F, hay solo un espacio en que uno respira para pronunciar la otra Letra. Menos mal que conocí a Doña Lorena, por que cuando bajé a las 11:30 del avión (se demoró un mundo), ella me dijo, corre que te queda harto… Y claro que era cierto, a parte de tener que correr, correr y correr para llegar a la 2F, tuve que preguntar a que número de la 2F me correspondía y ahí me di cuenta que era a la 2F21, es decir que entre e y F de toño habían 21 terminales.

Bueno, para resumir, ahí en las tierras francesas, tuve que pasar además por extranjería, donde para variar (esto ya es costumbre), nadie me timbró el pasaporte ni me preguntaron cosa alguna (creo que mi pinta la vende jajaj), me hicieron sacarme los zapatos para pasar por el control, justo cuando llegaba al inicio de la F, le dije a la señora del control (que pesaba como 300 kilos), “i have 10 minits, please” y ella me dijo “sorry ser, please the shoes” y como los zapatos eran Columbia con caña, tuve que desanudarme los 500 nudos que me había hecho. En fin, al final llegué más mojado que pescado al F 21 y me subieron a una micro, que era algo así como la micro inmigrante, llena de latinos, gallegos y gringos.

La segunda parte del stress la viví cuando tuve que viajar entre Francia y Madrid, ya que la onda disco se apoderó del avión y nos fuimos saltando todo el viaje, lo que me impidió poder comerme los tallarines con salmón con calma, además tuve que aplicar modalidad peñaflorino para el vino y me lo tomé desde la botella.

Finalmente el stress se apoderó de mi, cuando noté que llevaba una hora de atraso para llegar a Madrid y que la Nohelia ya había llegado, me pregunté ¿Qué estará haciendo?, estará muy preocupada??, muy urgida??, etc. Pero bueno, cuando me bajé del avión noté que estaba muy bien y que se las había arreglado para llamar al gallego y encontrarse con el, de hecho cuando llegué estaba el profe pero el gallego no, ya que el estaba llendo a buscar a la nohelia.

Bueno, en fin ese fue mi viaje, nos recibió un Madrid con mucho frío y lluvia, pero al final todo salió bien.

Ap. Otra cosa es que en Madrid, nadie me preguntó cosa alguna, así que entré como si viniera de comprar del kiosko de la esquina, no pasé control policiales ni nada pro el estilo (que raro, de nuevo sin timbre).