viernes, 26 de agosto de 2011

¿Que es eso del índice 2D:4D?

¿De que va eso de los dedos y  la testosterona prenatal? me preguntó un amigo el otro día. Después la pregunta me la volvieron a hacer, así que finalmente me decidí a reanimar mi blog con un pequeño resumen explicativo sobre lo que es el ya famoso y no por eso no polémico, Índice 2D:4D. Obviamente lo he orientado a mi área de trabajo.
imageLa proporción de la longitud que se puede obtener entre el segundo dedo (el dedo índice) y el cuarto dedo es menor en los hombres que en las mujeres. Esto significa que los hombres tienden a tener más largo el cuarto dígito que el índice en comparación con las mujeres (Manning, 2002). Se ha propuesto que este rasgo dimórfico a nivel sexual es el reflejo de la influencia de una alta concentración de testosterona durante el desarrollo en la etapa prenatal, la que tendría un impacto en las conductas futuras y en diferentes características morfológicas  y habilidades físicas (mientras menor 2D:4D, mayor el efecto de la testosterona prenatal). A lo anterior se le denomina efecto organizacional prenatal de la testosterona (Fink et al., 2006; Hönekopp et al., 2006a, 2006b; Manning, 2002; Manning et al., 1998, 2003).
Desde un punto de vista reproductivo, se han descubierto una serie de relaciones entre el  índice 2D:4D y la conducta de apareamiento humana. En los hombres se ha vinculado de forma negativa la proporción 2D:4D con el tamaño del grupo familiar (más pequeña proporción, mayor descendencia) (Manning et al., 2000, 2002). Roney y Mastripieri (2004) descubrieron que los hombres con una baja proporción 2D:4D presentaban más conductas de cortejo en comparación con los que tienen una alta relación 2D:4D. Analizando el número de parejas sexuales que un hombre tiene en su vida, estudios realizados con poblaciones de Alemania y Austria demostraron que a medida que desciende el valor de la proporción 2D:4D, aumenta el número de parejas sexuales (Hönekopp et al., 2006a). Por su parte, los dedos largos son considerados por ambos sexos como atractivos y sexys y específicamente, la mayor longitud del cuarto dígito se correlaciona positivamente con personas sexys y atractivas (Manning, 2002). En las mujeres se ha descubierto que perciben como más atractivos (Bogaert et al., 2009), masculinos y dominantes (Neave et al., 2003; Ver Koehler et al., 2004 para resultados contradictorios) a aquellos hombres que poseen una bajo valor de 2D:4D. Finalmente 2D:4D también se  ha vinculado a algunas características morfológicas relacionadas con la reproducción. En ese sentido, un reciente estudio ha señalado una relación inversa entre dicho índice y el tamaño del pene humano (Ho choi, et al., 2011).
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Se ha sugerido que la competición intrasexual entre hombres ha sido una importante presión de selección en la evolución de las diferencias sexuales en las concentraciones de testosterona prenatal. Esto último, porque un bajo valor 2D:4D se correlaciona fuertemente con una buena habilidad en la práctica de diversos deportes (Manning y Taylor, 2001; Manning, 2002, Hönekopp et al., 2006a). Muchas de las habilidades que se emplean en los deportes son las mismas que se requieren para la lucha y la competencia entre los hombres, por lo que la relación entre el índice 2D:4D y una mejor práctica de deportes es mejor interpretada dentro del marco conceptual evolutivo de la competencia intrasexual (Hönekopp et al., 2006a). Finalmente un reciente meta-análisis entre 2D:4D y agresión en humanos (Hönekopp y Watson, 2010), realizado a partir de 15 publicaciones ISI web of science que reportaban relaciones entre 2D:4D y diferentes medidas de agresión más otras investigaciones no publicadas, ha mostrado en varones una relación inversa entre 2D:4D y agresividad independientemente de la mano con que se mida (para resultados contradictorios ver Voracek y Stieger, 2009). Dicho meta-análisis ha señalado además la necesidad de contar con mayores tamaños poblacionales para testear esta relación.
En fin, es una medida que día a día arroja más y más información sobre nuestra especie. Incluso ha entregado evidencia para comprender como era la organización reproductiva de nuestros ancestros (Nelson et al., 2011). Eso si,  también es una medida que sigue siendo polémica, ya que muchos estudios no han podido replicar varios de sus más espectaculares resultados.
Bibliografía
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Fink, B., Thanzami, V., Seydel, H., & Manning, J. T. (2006). Digit ratio and hand grip strength in German and mizos men: Cross-cultural evidence for an organizing effect of prenatal testosterone on strength. American Journal of Human Biology, 18, 776-782.
Hönekopp, J., Manning, J. T., & Møller, C. (2006a). Digit ratio (2D:4D) and physical fitness in males and females: Evidence for effects of prenatal androgens on sexually selected traits. Hormones and Behavior, 49, 545-549.
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Hönekopp, J., & Watson, S. (2010). Meta-analysis of the relationship between digit-ratio 2D:4D and aggression. Personality and Individual Differences, doi:10.1016/j.paid.2010.05.003.
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Nelson, E., Rolian, C., Cashmore, L., & Shultz, S. (2010). Digit ratios predict polygyny in early apes, Ardipithecus, Neanderthals and early modern humans but not in Australopithecus. Proceedings of the Royal Society of London, Series B, doi: 10.1098/rspb.2010.1740.
Roney, J. R., & Maestripieri, D. (2004). Relative digit lengths predict men’s behavior and attractiveness during social interactions with women. Human Nature, 15, 271-282.
Voracek, M., & Stieger, S. (2009). Replicated nil associations of digit ratio (2D:4D) and absolute finger lenghts with implicit and explicit measures of aggression. Psicothema, 21, 382-389.