lunes, 2 de febrero de 2009

Las Crónicas desde España

Capítulo 11: La tormenta perfecta.

Hace tres semanas atrás, Madrid sufrió una de las peores nevazones de la historia, por todos lados el panorama era blanco, la nieve no paró de caer durante un bonito día viernes en que además de cambiar el paisaje, se cerró por primera vez en su historia el aeropuerto de Barajas y colapsaron las carreteras con tacos de 300 kilómetros de distancia. Durante ese viernes histórico la Nohelia y yo nos volvimos locos, salimos a jugar con la nieve que todo lo llenaba de blanco y pasamos un rato genial, el gran problema estuvo en que solo pudimos juntarnos a jugar a eso de las siete ya que ella recién a esa hora llegó del laboratorio en que está trabajando. Las noticias del temporal, al igual que en Chile cuando queda la embarrada climática, sirvieron para que los políticos se lanzaran la pelota entre ellos, por una parte los del gobierno decían que no se puede predecir este tipo de problemas y la oposición alegaba que el tiempo de reacción fue muy largo…

Hace dos semanas, el viento atacó a la península Ibérica, fue tan fuerte que en un lugar botó las paredes de un gimnasio matando a 4 personas, en las playas las olas llegaron a los 10 metros de altura e incluso se llevaron algunos barcos y a un despistado turista que se acercó mucho a sacar fotos. Nosotros esta vez salimos a dar una vuelta corta por la universidad y pudimos apreciar como el viento pese a no ser tan intenso movía todo a nuestro alrededor, ese día decidimos volver temprano a casa por que los árboles no parecían sentirse muy seguros de permanecer pegados al suelo. Los políticos como para variar ahora se volvieron a echar la culpa entre ellos, unos alegaron que los gimnasios no podían ser construidos pensando en este tipo de fenómenos climáticos y otros reclamaron que el gobierno estaba haciendo construcciones “marmicoc”.


Durante la semana pasada salió el sol y hasta hizo calor, fue una semana de clima espectacular, una semana en que llegaron el Lucho Flores y la Jeannette a vernos a Madrid, mi profe del pedagógico y su señora andan por “las Europas” y Madrid cambió hasta el clima para que pudiésemos salir a hacerles un “pata tur” por la ciudad. Les preparamos comidas típicas y muy buenas, nos tomamos algún vinito Español de por ahí y disfrutamos con la buena conversación.

El dia viernes fuimos con los chiquillos a la casa de mi tutor (el profe Carlos), ahí tuvimos una comida en la noche que estuvo realmente exquisita, fue algo así como un gran picoteo (tapeo le dicen los españoles): Con paté con zetas, boquerones fritos (unos pescaditos pequeñitos), mejillones (choritos), quesos de varios tipos, angüriñas (son como anguilas chicas), champiñones, pimentones asados, etc. El broche de oro lo puso un sorpresivo pisco sour que el profe Carlos nos invitó a preparar a mi con el Lucho, el elixir chileno fue como un trago de Chile “a la vena”, eso acompañado de una buena conversa que pasó de los toros al flamenco y luego a la conquista española, nos mantuvo entretenidos hasta muy tarde. Nos volvimos esa noche después de dejar al Lucho con la Jeannette en la pensión en que estaban viviendo en el centro de Madrid, hasta nuestra casa en los buses nocturnos, también llamados “AutoBuhos”. Cuando caminábamos durante la madrugada con la Nohelia, (por la universidad en dirección a la pensión), de pronto comenzó a llover y esa lluvia fue la antesala del cambio climático que le sucedió a la Península Ibérica, por que si hay algo en lo que el Lucho Flores y su señora tuvieron suerte, eso fue en el clima, ya que esos días con sol, dieron pasó después que ellos se fueron a una bonita y muy fría nevazón, que cubrió todo Madrid y que nos sirvió a mi con la Nohe para salir esta vez de día a jugar por la universidad que parecía un desierto blanco durante el domingo que recién pasó, el día de nuestra tormenta perfecta.