lunes, 26 de julio de 2010

Las crónicas desde España. Summer edition: Una noche de verano y Plácidos Domingos por Madrid

 

P1310010 Esta semana que recién pasó nos decidimos a darle un giro de tuerca al verano en Madrid, así que con la Nohe empezamos a ver las ofertas de actividades que ofrece esta bonita ciudad y para la gran felicidad de nosotros descubrimos que el portal de internet atrapalo.com tenía entradas very-ultra rebajadas para ir a ver al teatro Alcázar la gran comedia teatral de Shakespeare “El sueño de una noche de verano”. Bueno, juntamos las divisas necesfer sueño Oberónarias para asistir a tan magno evento (que como les dije estaba de oferta) y el Jueves partimos a eso de las siete de la tarde al centro a ver la obra que tan buenas críticas ha recibido este verano. Antes de centrarme en tirarle flores a raudales a los actores, la escenografía y a la obra en si, quiero hacer un pequeño break para destacar un nuevo producto veraniego (nuevo para mi) que me congelo hasta las ideas y casi me agarrota el cráneo cuando lo probé, me refiero a los “frapucchinos” de lamocha-coco-frappuccino   cafetería Strabucks que pudimos deleitar con la Nohe unos instantes antes del comienzo de la obra, estos no son más que las versiones en granizado de los cafés clásicos y están buenísimos, así que si algún madrileño a punto de desfallecer de calor recuerda mis palabras escritas cuando ande por Madrid, entonces que no olvide entrar y pedirse uno de esos, pero tómeselo con cuidado ya que el dolor de cabeza puede atontar a cualquiera. Volviendo al hilo argumeva sueño hadaental de esta crónica les quiero decir que fue una obra maravillosa, la ambientación era una mezcla entre el señor de los anillos y la película Legend (esa en que actuaba Tom Cruise, en que las hacía de elfo o algo así),  los actores increíbles y el público prendidísimo hasta el final, que dicho sea de paso, puede ser lo único un poco criticable, ya que son casi dos horas con cuarenta minutos y está catalogada para toda la familia. Yo veía a los niños y como que no querían más guerra porque los diálogos no están adaptados (como en las traducciones españolas en que hasta Bruce Willis dice ¡joder!) por lo que si tienes entre 3 y 10 años, creo que tus papás deberían optar por algo de trama más rápida en términos argumentales y para lo que se requiera un manejo de vocabulario un poco más basal.

P1310003  No siendo suficiente con haber ido a ver “El sueño de una noche de verano”, además ayer partimos a disfrutar de la proyección gratuita de la ópera “Simón Boccanegra”. El tema era que mientras la gente muy adinerada veía la obra dentro del teatro Real de Madrid, el pueblo, es decir, la Nohe, yo y otras seis mil personas, nos arrumábamos a la salida del teatro para mirar en directo el debut de Plácido Domingo como Barítono. En fin, al principio yo estaba un poco reacio de ir, pero al final, sentados en el suelo del parque Real y apoyados en una bonita ligustrina podada (que al estar en el parque Real era una distinguida ligustrina, y que pese a su distinguida posición no cesó en su intento por causarme alergia y pincharme la espalda) al final la pasamos espectacular, disfrutamos mucho y nos vimos la ópera completa (a los plebeyos nos la transmitieron con subtítulos incluidos, así que la entendimos de cabo a rabo).

Cuando la ópera terminó y después de veinte minutos de aplausos P1310004transmitidos en directo por la pantalla gigante hacia el parque, el maestro Plácido Domingo salió a saludar y nosotros le respondimos con muchos aplausos más, que me imagino que lo colmaron de felicidad y seguro que le rememoraron la frase de John Lenon sobre las galerías, los palcos y las joyas jajaja. 

Ha sido una buena semana, en la que el frapucchino, el arte a raudales y nuestro ingenio nos han hecho capear el calor y disfrutar del verano en Madrid.

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jueves, 15 de julio de 2010

Las crónicas desde España. Capítulo XVII: Los campeones del mundo

P1160009 El día en que con la Nohe supimos que España jugaría la final del campeonato mundial de fútbol optamos por desplazarnos a Cibeles para ver el partido, es decir, al centro neurálgico de las celebraciones del fútbol Español. En el camino se nos P1170016sumó el Marco, cuñado de mi amigo Toño Montes  y a quien usted recordará por la crónica sobre el primer partido de Chile en el Mundial, el al igual que nosotros ante la posibilidad de presenciar un evento histórico, no se quiso perder la oportunidad de observar las manifestaciones conductuales de los madrileños ahí donde las papas queman. Es más, me acuerdo que cuando nos pusimos de acuerdo para ir a ver el partido me dijo por teléfono “yo no quiero tener 80 años y decir: pensar que pude estar en Cibeles, pero me quedé arranado en la casa”. En fin fuimos y vivimos contentos por España el triunfo en la copa del mundo, pero, debo reconocer que sin esa algarabía que solo puede sentir el que ve a su equipo ganar el mundial.

 Mi novia y yo en Cibeles celebrando el mundial

Nos volvimos caminando por Madrid y una de las cosas más bonitas fue ver como esa locura por el triunfo no se materializó en pérdidas de razonamiento y destrozos a la propiedad pública, la gente iba feliz por las calles y a parte de la moda de las molestas “vuvuzelas”, no había nada más que atentara contra el resto. Llegamos a la 1 de la mañana a la casa y nos pudimos dormir recién cuando los bocinazos, el canto ese de “soy español, español, español…” y nuevamente las vuvuzelas se fueron apagando porque ¡al otro día había que trabajar!

En fin, aquel triunfo  no hace más que reafirmar la supremacía mundial que tienen los españoles en casi todos los deportes existentes. Ojalá que alguna vez los chilenos también podamos cosechar éxitos tan importantes, eso si,  primero como país tenemos que  invertir como se debe en el deporte y  para creérselo no hay más que leer esta nota de la BBC que cuenta porque esto de la supremacía española en los deportes.