Después de más de un año de haber tomado la decisión de venir a cursar el posgrado a Europa, las evaluaciones que se pueden hacer desde el punto de vista académico y curricular al proceso son definitivamente positivas.
Cursar un posgrado en el extranjero es un desafío desde el punto de vista vivencial, hay que adaptarse a una sociedad nueva, aprender sus costumbres, sus ritmos de trabajo y la manera en que ellos entienden el mundo. Por otro lado el tema académico es y debe ser siempre el centro de todo. No se puede perder el norte, jamás hay que dejar de estudiar y de aprovechar las enormes y constantes oportunidades que un posgrado en esta parte del mundo te entrega. Yo las resumirían en dos aspectos gravitantes sobre los que se están contruyendo nuestros desempeños investigativos. El primero de ellos es el acceso practicamente ilimitado a la información. Tanto para mi como para la Nohe ha sido gratificante el poder descargar toda publicación que necesitemos, que la universidad nos compre los libros que necesitamos y que podamos asistir a charlas y cursos dictados por maestros en los temas relacionados con nuestros proyectos de investigaciones doctorales (abajo Karl Grammer, Toño y David Costarica).

En fin este año 2010 recién comienza y ya estamos la nohe y yo nuevamente llenos de desafíos. Tenemos que sacar unas publicaciones (la mía está enviada y la de la nohe también), asistir a congresos, preparar nuestros examenes de suficiencia investigativa, iniciar el registro de datos de la tesis doctoral y seguir quemando etapas para que al volver al país podamos ser un aporte.
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